Proyecto de Matemáticas
Construcción del razonamiento matemático
Las matemáticas cosechan los peores resultados escolares, obtienen los rendimientos más bajos en las evaluaciones internacionales, acumulan las mayores actitudes negativas hacia el aprendizaje. El planteamiento de su enseñanza, alejado de las necesidades del niño y ajeno a su forma de construir el conocimiento, desnaturaliza la evolución de los estudiantes y su ubicación en las futuras ramas del saber. Son muchos los que eligen ciertas clases de estudios, no porque les gusten o porque se sientan especialmente atraídos, sino por huir de las matemáticas y para no tener que seguir enfrentándose a una permanente fuente de frustración.
¿Dónde comienza a originarse este problema? ¿Cuál es el manantial que nutre este río de efectos tan devastadores?: tal vez en la forma de trabajar el cálculo en las escuelas.


No se enseña a calcular, sino a hacer cuentas. No se desarrollan las destrezas innatas de cálculo con las que venimos al mundo los seres humanos, sino que se aprenden instrucciones de memoria para hacer cuentas.
De este modo, el alumno especialmente dotado para trabajar con significantes es el que puede salir adelante, y se quedan en el camino, artificialmente y sin ninguna razón que lo justifique, niños y niñas que odiarán una materia incomprensible para ellos y para la que, con una adecuada metodología, estarían muy preparados y muy bien dispuestos.
Los formatos que presentan las operaciones básicas son altamente inadecuados para el desarrollo de la más mínima competencia matemática, puesto que para lo único que sirven es para engordar la memoria de significantes. Exigen un modo de operar sin flexibilidad, sin control de los cálculos intermedios, con desprecio del sentido del número. Para hacer cuentas sólo se requiere buena memoria. No hay que pensar ni reflexionar, no hay que deducir ni extrapolar. Sólo hay que repetir y repetir, sea el alumno más o menos hábil o posea mayor o menor inteligencia.
La metodología actual del cálculo contamina todos los restantes procesos y los echa a perder. No es posible la renovación de la enseñanza de la matemática ni la elevación de su nivel de aprendizaje si no se remueve con energía y se cambia por completo la enseñanza del cálculo con las actuales operaciones.

